La
pregunta atraviesa durante uno de los momentos más críticos del viejo continente.
Deudas -llamadas por muchos saqueos- y políticas anti ciudadanas, son el
principal rechazo que habitantes de toda Europa manifiestan en las calles, pero
cuya repercusión se concentra en países como Gracia, España, Portugal e incluso
Italia.
Estos
temas entran en debate cuando personas inherentes a la política y al
periodismo, exponen sus argumentos sobre la mesa del nuevo programa Fort Apache, emitido en la red
por el canal HispanTV, el cual está captando el ojo de miles de personas que
cruzan por la denominada súper carretera de la información.
Pablo
Iglesias, presentador de este contenido (quien además modera el foro de
análisis de La Tuerka), lanza la pregunta que parece estar dirigida al
pensamiento europeo más conservador: “¿Es totalitario que un Gobierno elegido
por todos, ponga reglas a algo tan fundamental para la democracia, como los
medios de comunicación?”.
En
seguida, entra en la dinámica por la que también se conduce Fort Apache como un medio diferente: “La
libertad de expresión es fundamental para el funcionamiento de una sociedad
democrática. Y si el poder de emitir lo tienen sólo los ricos, no hay
democracia”.
Los
participantes en esta primera emisión, entre quienes aparece Juan Carlos
Monedero (Politólogo español y uno de los más
férreos críticos del sistema político/económico de su país), destacan la
generación de modelos de desarrollo alternativos al neoliberalismo, impuesto en
América Latina por Estados Unidos y la Unión Europea, en una suerte de
laboratorio con años de prácticas.
Como parte de las disertaciones, se indica que existen
acciones claras por parte de líderes que conllevan a la integración de los
países de Latinoamérica, con resultados visibles en la soberanía nacional y la
justicia social, y que, por consiguiente, se camina hacia una democracia.
Estos países, encabezados por Venezuela, suman ya a Bolivia,
Ecuador, Uruguay y Nicaragua, aunado a las acciones que muestran desde hace más
de una década Brasil y Argentina, y cuyo sendero también pretendía Paraguay y
Honduras.
El discurso también acarició a México, donde los partícipes
(quienes mostraron posturas encontradas) coincidieron en que en este país se mantienen
las políticas que enmarcan la desigualdad social, ahora a través del PRI (tras
su retorno el 1 de diciembre), dando con ello prioridad a la agenda
norteamericana y conservando la distancia con el resto del continente.
El tema se mira por la ventana no sólo europea, ya que
América Latina resalta sobre los bloques del capitalismo, lo que hace visualizar
que sus estructuras colapsarán de forma inminente.
Si los presidentes de Centro y Sudamérica, apoyados muchos
por su pueblo, se toman en serio la creación de otros esquemas de desarrollo,
habrá que escucharlos, pues como ejemplo, ya están acaparando la atención (o
preocupación) al norte del mundo.
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