viernes, 19 de abril de 2013

Mensaje de un pueblo

Es una tarde agitada. No hay viento fresco ni lluvia tormentosa. Por el contrario, el sol parece más radiante que cualquier otro día. Pero allá, en las tierras del sur, el suelo cimbró. Allá, en el extremo opuesto al imperialismo, en el extremo contrario a las prácticas de muerte que se yerguen como símbolo de liberación mundial.
Es precisamente allá donde un pueblo provocó la convulsión en las montañas desde las ciudades; allá, en la mera esquina del México profundo. Ese pueblo agitó los cielos de esta tarde, caminando los kilómetros de la injusticia, soslayando las prisiones a las que se aferra la estructura a la que llaman gobierno, que no es más que un arma apuntándonos.
Esos hombres y mujeres, niños y abuelos que conforman el pueblo en marcha, son los mismos que hace quinientos años resistieron para no ser demolidos. Son los que han venido colocando la base de la sublevación; los que han sorteado muerte y sometimiento, a cambio de su integración con otros pueblos, de emancipadora conciencia.
Es el mismo pueblo que ahora resiste en Chilpancingo frente a los toletes  y que también marcha en nombre de las generaciones de ayer y hoy, por una educación verdadera. Es el mismo pueblo que defiende su tierra en Wirikuta y el Istmo de Tehuantepec, frente a emporios saqueadores. Es el mismo que se atreve a protestar por la imposición de un hombre que pretende dirigir un país y no escucharlo. Es el mismo que agita la tarde, que agita las voces del resto del pueblo, que no merece espacio en los medios de información que temen que otros tantos pueblos se organicen y marchen en conjunto. Y también es el pueblo que esta tarde habló al mundo, desde aquella esquina del México profundo, exigiendo dignamente ¡Libertad para Alberto Patishtán! 

domingo, 14 de abril de 2013

Este mundo tuyo


Desde cualquier sitio del México profundo,
para Alberto Patishtán, cuya libertad está en camino.

Inquieto está el mundo que hoy despierta
este mundo tan tuyo que intentan que sueltes
lo que no advierten, es que desde el punto más abajo del mapa
puedes contemplar los aspectos que en la humanidad transcurren
No te pueden ocultar cómo brota indignación en las calles madrileñas
y seguro sabes que de dios no se ha sabido nada
-tendrá también su actividad-
que escuchas además el clamor desbordado en tierra bolivariana
o que observas la nueva oleada de hipócritas misiles que apuntan al este asiático
Desde el rincón en el que intentan te nos olvides
te ha dolido ver el mar ahogado por sangre palestina
y cómo unos hombres en verde olivo se apoderan de la primavera egipcia
tampoco desconoces cómo el tiempo ahoga este México tan tuyo
como el mundo que contemplas
Sabes también que las palabras se van tornando ruinas
en las columnas helénicas
y que lenta/abiertamente apagan los faros en Siria
mientras visten de Nobel a un hombre de bélicos sueños
Y entre tanto
las redes se van urdiendo  
los senderos del orbe se han ocupado
se caminan desde que el reloj no es tiempo sino rabia
desde que tu paso se escuchó con más ahínco
aún detrás de los muros
pensando que podrían desvanecerte por quinientos años más
Entonces retornó tu palabra
retumbó tu Voz por los contornos del mundo
emancipando pisadas que marchan desde cualquier punto
y entre las cuales marchas también
provocando el rugir de los incólumes
y volviendo como vuelves cada tarde
siendo conciencia en el amanecer de un pueblo que va abriendo sus ojos
Así es como despierta este mundo tan tuyo
que sólo espera tus pies