Cómo ha de ser eso,
largo tiempo lidiando con el jadeo y descarnación de la muerte
años sin la mínima mueca de bindad o gesto de reparo
atravesando la urbe sin sentido y, por mucho, de lo cotidiano
incluso con bocanadas de desdén que jamás vislumbraron una piel más bien hecha de sollozos
tortuosa y resquebrajada
como un extenso muro de nombres apilados y yo, sin reconocer alguno.
Cómo ha de ser eso,
que tan pronto el día emana su último aliento
sólo baste acomodar bien el paso en dirección a lo desmemorable
a la ausencia del viento cuyo fin siempre fue alertarnos,
mas no encontrar nuestra conciencia.
Cómo ha de ser eso de sentir que el pulso se aturde un instante
cuando la vida que creímos agraciada
no bastó para pulir esa mirada baja que tenemos para el último suspiro...
lunes, 27 de junio de 2011
sábado, 7 de mayo de 2011
miércoles, 4 de mayo de 2011
Rafael Alberti
(Fragmento)
Aquí estoy. Aquí ya estamos.
No tenemos cara. Somos el planeta que habitamos.
Venid. No tenemos nombre.
Aunque todos responsamos
a una misma luz: el hombre (...)
Matadnos. Nos mataréis.
Pero es más fuerte la vida
que la muerte que ofrecéis.
Y al fin correréis la suerte
de los que matando llegan
a darle a su vida muerte (...)
¿Queréis la guerra? No iremos.
Con la paz entre las manos
por arma, os enterraremos.
¡Paz al mundo!
Corazones arrebatados y unidos
de millones y millones
Paz para toda la gente.
Se abran y cierren los ojos
del día tranquilamente.
Paz en la pasión del grande
y en la ilusión del pequeño.
Paz sin fin, paz verdadera.
Paz que al alba se levante
y a la noche no se muera.
¡Paz, paz, paz! Paz luminosa.
Una vida de armonía
sobre una tierra dichosa.
N. de la R.
Este 5 comienzan las movilizaciones en México...
Y el 8, un solo latido.
Aquí estoy. Aquí ya estamos.
No tenemos cara. Somos el planeta que habitamos.
Venid. No tenemos nombre.
Aunque todos responsamos
a una misma luz: el hombre (...)
Matadnos. Nos mataréis.
Pero es más fuerte la vida
que la muerte que ofrecéis.
Y al fin correréis la suerte
de los que matando llegan
a darle a su vida muerte (...)
¿Queréis la guerra? No iremos.
Con la paz entre las manos
por arma, os enterraremos.
¡Paz al mundo!
Corazones arrebatados y unidos
de millones y millones
Paz para toda la gente.
Se abran y cierren los ojos
del día tranquilamente.
Paz en la pasión del grande
y en la ilusión del pequeño.
Paz sin fin, paz verdadera.
Paz que al alba se levante
y a la noche no se muera.
¡Paz, paz, paz! Paz luminosa.
Una vida de armonía
sobre una tierra dichosa.
N. de la R.
Este 5 comienzan las movilizaciones en México...
Y el 8, un solo latido.
lunes, 2 de mayo de 2011
En el vaivén de las horas
En el vaivén de las horas y sus días consiguientes
se va tejiendo una forma que puede ser tuya en mi pensamiento
y debes saber que he pensado en esa trágica historia de quedarme sin ti.
Pero... No como pudieras creerlo,
La conclusión inminente
no es coartar con un roce de piel el decir de tus labios
o desvanecer de mis brazos una palabra de buenos deseos
¡Mira que siento quedarme sin ti!
porque nunca fui tan real
para permanecer a tu lado una tarde siniestra
no tuve principios afines al fulgor de tu causa,
declinante por mundos no bien alcanzados,
cansada del brío incipiente del hombre,
con pasiones y sueños de birlar esos yugos:
torrentes de una injustica, hasta ahora, interpretada...
Cuál hombre -preguntas- si se ensombrece por la caída nocturna.
Qué ganas -cuestionas- si la vida parece distante.
Y es entonces que siento cómo te marchas
que a pesar de mirarte en medio y conmigo
mi distancia infinita es tu puente a la parte final de una entera locura,
porque ya no estoy para ti como el día en que quisiste
porque el café de la tarde ya no es punto en común para ambos
sino entierro de pasos que irán por la vida queriendo olvidar...
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