lunes, 27 de junio de 2011

ÚLTIMO SUSPIRO

Cómo ha de ser eso,
largo tiempo lidiando con el jadeo y descarnación de la muerte
años sin la mínima mueca de bindad o gesto de reparo
atravesando la urbe sin sentido y, por mucho, de lo cotidiano
incluso con bocanadas de desdén que jamás vislumbraron una piel más bien hecha de sollozos
tortuosa y resquebrajada
como un extenso muro de nombres apilados y yo, sin reconocer alguno.
Cómo ha de ser eso,
que tan pronto el día emana su último aliento
sólo baste acomodar bien el paso en dirección a lo desmemorable
a la ausencia del viento cuyo fin siempre fue alertarnos,
mas no encontrar nuestra conciencia.
Cómo ha de ser eso de sentir que el pulso se aturde un instante
cuando la vida que creímos agraciada
no bastó para pulir esa mirada baja que tenemos para el último suspiro...