sábado, 24 de abril de 2010

Largo trayecto





Y, de pronto, me fugo en la voz de alguien
que habló en un recuerdo acerca de mi penosa existencia.
Me concentro en hacer de mi cuerpo, un ser interminable,
y vuelvo a olvidarme que de muerte estoy hecho…
Ese alguien concentra su voz en mis anhelos
y por segundos me regenera,
mas permanezco, entre los siglos,
bajo el sombrío mundo de las ausencias.
Y mis huecos se cubren de carne,
porque, a pesar de mi partida,
me voy fragmentado a un rincón de tus sueños.